martes, 29 de marzo de 2011

¿Educación? ¿En la escuela?

El siguiente es un texto del proyecto Educación prohibida, largometraje en realización por un equipo argentino. Entre los videos recomentados en este blog figuran dos avances de la película.Se puede visitar en

http://www.educacionprohibida.org.ar/proyecto/

 ¿Por qué prohibida?
En primer lugar es importante comprender la naturaleza misma de la escuela, sus objetivos, su misión desde el comienzo de su existencia. Solemos confundir normalmente educación con escolarización. La escuela no nos asegura educación, nació con un objetivo de orden social, una necesidad económica y política, la escuela moderna nunca tuvo un objetivo de desarrollo humano. Hoy en día, en terminos generales en la escuela moderna tradicional, no sucede lo que llamamos educación. Puede suceder el traspaso de información, la enseñanza, la instrucción, la capacitación laboral, y en algunos casos la formación para el desarrollo social, pero no educación. La Educación, entendida como el proceso de desarrollo humano, realización personal y manifestación de las potencialidades, no sucede. La Educación en la escuela moderna está prohibida.


¿Queremos decir que la escuela prohíbe que se desarrollen los niños? Justamente la escuela busca de buena fe todo lo contrario, no creemos que existan maestros que a sabiendas esperen que los niños no se eduquen…



Imágenes de la película The Wall

¿Quién entonces prohíbe la educación? Somos nosotros. Cada persona decide como es su educación y la de quienes lo rodean, ya que justamente, educación es un proceso que dura toda la vida, pero principalmente es personal. Podemos acompañar a los otros en su proceso educativo, pero difícilmente podamos intervenir, porque en ese momento deja de ser educación.
Afortunadamente, la educación no está expresamente prohibida, pero por alguna razón, fruto de los últimos 200 años decidimos no dedicarle tiempo ni esfuerzo. La educación está esperando que le demos una oportunidad, que la dejemos actuar.

No prohibamos la educación. ¡Liberémosla!



No prohibamos la educación, liberémosla.


No prohibamos la educación, liberémosla.

Para relajarse




(Dale tiempo a que se descargue antes de empezar a disfrutarlo)

Ni autoritarismo ni permisivismo

"La permisividad es catastrófica" - lanacion.com 
(ir al enlace)




El planteo de esta psicóloga es ya considerablemente "antiguo". Entre nosotros lo planteó muy claramente Jaime Barylko en su libro "El miedo a los hijos", de lectura imprescindible para todo educador, padre o docente. Sin embargo, parece necesario reiterar, insistir, no cansarse de repetir este mensaje. Creo que el problema ya no es el permisivismo; creo que es peor: es el "ninguneo" de los hijos, el abandono, el desinterés. Creo que es el deseo que "se críen solos", como los yuyitos del campo. Pero, eso sí, que salgan "buenos", den satisfacciones y ningún problema....

¿Tenés alguna anécdota para aportar? ¿Alguna observación de interacciones padres-niños o maestros-alumnos? Los límites,¿sólo dicen "no"? ¿Cómo se pone límites sin dañar ni violentar? 


http://www.psicologiaencubas.com/  (imagen)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Radios por la educación

 Derecho se dice...



En las radios de la localidad misionera de Aristóbulo del Valle una voz fresca, risueña, señala con inconfundible tonada guaraní: “Hola se dice mbé pa. Lluvia se dice oké. Gracias se dice aveté. Sol se dice ñamandú. Chico se dice avá. Chica se dice cuñá. Nuestro se dice ñandé. Hombre se dice karay. Derecho se dice...”. El recitado se interrumpe abruptamente por un murmullo incomprensible. La traducción de la palabra derecho no aparece y el murmullo se acalla. Entonces la voz del locutor interpela: “Para ejercer los derechos, primero hay que saber que existen”.

Experiencia de jóvenes de pueblos originarios de expresión de sus ideas. Se trata de un programa de UNICEF, muy fácil de replicar en cualquier escuela con un micrófono y un sistema de audio. En la Facultad tuvimos una radio-recreo. Pero la tragó la nada.... ¿Podríamos re-crearla?

martes, 22 de marzo de 2011

¿La enseñanza limita la creatividad?

Laissez Faire, creatividad y aprendizaje | El caparazon

Laissez Faire, creatividad y aprendizaje

Dolors Reig | Monday, March 21st, 2011 | 
/ El Caparazón 
Tal y como se desprende del título, nuevas investigaciones demuestran que la enseñanza precoz puede ser contraproducente. Actualmente no dejamos que los niños más pequeños exploren, investiguen, jueguen y descubran. En su lugar, les ofrecemos instrucción directa, lo que ayuda a que aprendan hechos y habilidades específicas, pero ¿qué pasa con la curiosidad y la creatividad, habilidades aún más importantes para el aprendizaje a largo plazo?
Mientras que la enseñanza de un maestro puede ayudar a los niños a que encuentren una respuesta específica más rápidamente, también hace menos probable que descubran información nueva acerca de un problema, que aprendan a crear una solución nueva e inesperada. Lo veíamos en un antiguo artículo sobre ensayo error y flexibilidad, en el que un grupo de preescolares tuvieron un mejor desempeño en una prueba que requería la puesta en marcha de habilidades complejas que los graduados en una escuela de negocios.
¿Qué es lo que sabemos acerca de cómo afecta la enseñanza en el aprendizaje? Además, ¿cómo medimos el aprendizaje? Si utilizamos pruebas estandarizadas, la curiosidad y la creatividad son más difíciles de medir.

La investigación
Los estudios, uno en un laboratorio del MIT y el otro en la Universidad de California – Berkeley aportan información sobre la forma de aprender de los alumnos preescolares.
En el primero la profesora Laura Schulz y cols. estudiaron la forma en que niños de 4 años aprendían acerca de un nuevo juguete con cuatro tubos. Con cada tubo se podía hacer algo diferente: un tubo hacía ruido, con otro si se miraba dentro se descubría un espejo oculto, etc.
Se plantearon dos situaciones:
a) El experimentador dijo “Acabo de encontrar este juguete” y al sacarlo, fingió que se le caía por accidente, de manera que al caer el tubo éste hizo ruido. Fingió sorpresa y lo volvió a tirar para que pitara otra vez.
b) El experimentador actuó más como profesor: “Voy a mostrar cómo funciona mi juguete, mirad esto”, e hizo que el tubo emitiera el ruido.
Luego, dejó a ambos grupos jugar con el juguete.
Los niños tienden a buscar información nueva
La pregunta era si los niños descubrirían otras cosas que el juguete podía hacer. Los niños del primer grupo jugaron más y descubrieron más funciones “ocultas” que los del segundo. Es decir, la instrucción directa hizo que los niños fueran menos curiosos y que tuvieran menos probabilidades de descubrir información nueva.
La enseñanza directa hace que los niños sean menos creativos
O dicho de otro modo, la enseñanza directa también hace que los niños tengan menos posibilidades de llegar a conclusiones nuevas. Para responder a estas preguntas Daphna Buchsbaum, Tom Griffiths, Patrick Fuente y Quintin trabajaron también con niños de 4 años. Se mostró a los niños que un juguete producía música solamente con una secuencia de acciones determinada, mientras que otras no la producían.
La experimentadora, presentó varias secuencias con música, intercaladas entre otras que no la producían. Sin embargo, era posible producir música con sólo una secuencia de dos acciones clave, pero esto no se los enseñó. Les dejó el juguete y les dijo “haced que funcione”.
En un grupo, actuó como si no tuviera idea sobre el funcionamiento del juguete (“Uauh, mirad este juguete, como funcionará? Vamos a probar”). Con el otro grupo, actuó como un maestro (“Así es como funciona mi juguete”).
En el primer grupo, muchos de los niños descubrieron la manera de conseguir que el juguete produjera música de la manera más inteligente (sólo 2 acciones). En el segundo grupo, los niños imitaban exactamente lo que se les había mostrado, sin descubrir la solución alternativa.

Conclusiones, ¿Por qué los niños se comportan de esta manera?
Estos dos estudios llegaron a conclusiones similares, aportando apoyo científico a las intuiciones de los maestros: la instrucción directa puede limitar el aprendizaje de los niños pequeños.
Los adultos asumimos que la mayoría del aprendizaje es el resultado de la enseñanza, y el aprendizaje exploratorio, espontáneo es inusual, cuando en realidad resulta fundamental.
Cuando el maestro en el experimento del tubo de juguete no busca las características ocultas, el alumno inconscientemente piensa: “ella es la maestra, si hubiera algo interesante allí, me lo habría mostrado”. Estos supuestos llevan a los niños a reducir sus posibilidades de descubrir por si solos, quedándose sólo con la información específica que proporciona el maestro.
Sabiendo esto, es más importante que nunca, para dar a los niños capacidades notables, dejar emerger y desarrollarse al aprendizaje espontáneo. El mejor ambiente de aprendizaje será un mundo rico, estable y seguro, con afecto y apoyo de los adultos y un montón de oportunidades para la exploración y el juego.
¿No os suena a Internet? Es probable, así, que de lo que estemos hablando no sea de educación infantil sino, una vez más, de características del aprendizaje en la era web.

 ¿Te sorprende? Las críticas a la institución escuela son feroces en esta época. Mirá el video de Sir Ken Robinson. La gran pregunta que necesitamos respondernos es cuál es la finalidad de la escuela en nuestros tiempos: disciplinar  en la tradición o acunar la novedad. ¿Qué buscamos principalmente: sostener el mundo que conocemos o crear uno nuevo?

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